Cuando no se que hacer, ni que decirme al oído, a tientas y a calladas. Cuando me da por pensar cosas imposibles, inalterables y de color azul.
Entonces es cuando miro bajo las sábanas de algodón 100%, que me dicen verdades a trazos negros.
En una cama que me supera, que se me hace grande por los cuatro costados, por el largo y por el ancho.
Me pierdo en sus alaridos nocturnos, en sus mares de acero candente, en sus posters de pared blanca y rugosa.
Y aún así pertenezco a este lado del mundo. Pese a sentirme parte de la hierba del patio de atrás.
..........................................