sábado, 20 de octubre de 2007

Praha




Hoy me he vuelto pequeña. En realidad llevo días empequeñeciendo pero hoy ha llegado esta foto a mi memoria y me he hecho "chica" del todo.
Se trata del primer resquicio de mi libertad. La libertad plena que consegui antes de cumplir los dieciocho, el triunfo que nunca anhelé por creerlo imposible.
Estoy anclada a los recuerdos más que nunca y es posible que la melancolía invada mi actual día a día, pero me siento bien. Es una estabilidad emocional y unidireccional que me mantiene en vilo. Y sobre el hilo invisible.
Tengo ganas de todo y de nada. De reírme y de llorar. De "jartarme" y atiborrarme de momentos que en realidad no son importantes.
Pero es que a veces, lo insignificante, es esencial.



Solo eso. Y punto y aparte.



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2 comentarios:

AnA dijo...

Lo insignificante siempre es esencial, ahora, antes... Yo últimamente siempre parezco pequeñita... Tú eres grande, pero los recuerdos, a veces, empequeñecen. A ver si a al tercera nos atiborramos de momentos juntas.

Un besito.

Silvia dijo...

Siempre me gustó ser pequeña y pasar desapercibida. Así es más fácil colarse por las rendijas de estos lugares y sentir, por un momento, que soy yo la que está asomada a ese paisaje...gracias.


Achuchones de abrigo rojo, te mando.


reMuá***