lunes, 6 de agosto de 2007

Aterida por el frío de la ausencia

Recambios y silencios
de terciopelo.

Atlas de un cuerpo
definido por la nada.

Herramientas de un sistema
fundido por los plomos
de tu cordura.

Sigues de pie
junto a mi sombra,
erguido, herido y sonrojado
por la lluvia de mi sangre.

Oscuros y claros aterrándose,
para asustarme y malherirme
y jugar a no ser yo por un minuto.

Tornillos que se aprietan
en torno a mis sienes desnudas
formando heridas a cielo abierto.

Heridas que me recuerdan a ti
y a tu sabor dulce y azulado
y a tus piernas estiradas en mi
cama y en mi cuerpo.

Y en un campo infinito
de trigales que espigan
y pinchan y duelen y arañan
mis labios rasgados por el sol
y el silencio.

Recuerdo, mi recuerdo y mi infancia
dolida, serena y vivida sin vida.

Olvido los momentos amargos
por el color de una naranja
de caramelo y chocolate,
de hielo chirriante en su color
y su sombra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, Martita, mi calabacita (que sepas que la calabaza es una de mis verduras favoritas). Tu e-mail me ha alegrado un montón, aunque estuve a punto de no abrirlo porque pensé: ¿Quién leches será Ana Fernández Fariñas? y luego, al ver lo de el Puerto, me di cuenta de que eras tú. La verdad es que tengo muchas ganitas de hablar contigo y de que me expliques eso de la bicho de hojalata porque yo no entiendo como la mariposa más bonita del mundo puede ser una bicho. Te eché de menos en El Bosque, peor ya tendremos tiempo de disfrutar en Granada, con las tapitas, la fiesta y lo que sea. Me has pedido que te escriba algo gracioso y ahora con el sueñecillo de la siesta (que, en verdad, nunca duermo, pero en verano, con el calor, me sale sola)no s eme ocurre na' de na'. Estoy viendo Friends y Phoebe acaba de sugerir una idea de su amiga calva, porque se afeita o afaita como dicene n mi pueblo algunos, que consiste en bailar desnudas en una especie de ritual para ahuyentar a los malos novios. A lo mejor te sirve eso para reírte mientras trabajas o te explotan, que yo de eso no sé todavía, aunque me lo imagino. Buen, espero que no te quejes del saludito, que más que saludito parece la biblia en verso. No, mejor un intento de Quijote, que a mí la biblia no me gusta. Lo dicho, un besote muuuuuuuuuuu grande. Tre', tre', tre', o tre'ciento' treinta y tre' besitos, que me acabo de acordar de eso qu eme dijiste de tu amiga cordobesa del colegio mayor. por cierto, que a Madrid yo me apunto cuando sea, que Madrid es muuuu bonito y más si se vive con gente como tú. Te quiero, mi calabacita. Nieves.